viernes, 24 de octubre de 2008

Mensajes cruzados

Era yo una niña,
o casi una niña,
y escuchaba del sacerdote
de la parroquia, a la que mi familia
iba a misa, solo los domingos,
un discursar sobre la bondad
infinita del dios al cual
el decia representar.
Y sus palabras las confirmaban
los libros sagrados,
las mujeres devotas
y mi hermana Amparo.

Por lo tanto, sin dudarlo,
le estaba agradecida
al señor aquel oscuro
por su buena voluntad
en ayudarme/ayudarnos
a por el camino recto andar.
Pero en casa mi padre decia que no.
Y contaba tremendas crueldades
de la Iglesia que mi fe sustentaba,
hechos pasados, mas otros presentes,
y una vez derrumbado el templo
se encrespaba contra el Dios
que todos adoraban.
No. No! Cientificamente no es posible,
os cuentan un cuento estupido
para niños y viejas.
No existe nada ahi arriba como dicen,
ni la mas minima señal
jamas nos ha llegado.
Nacimos sin saber para que,
vivimos esperando a morir,
y una vez muertos ya no existimos.
Ni alma, ni espiritus,
ni otras zarandajas. Ni resucitamos,
no vamos a ningun cielo, en el nicho
restamos podridos como todos los seres
que habitan la tierra un dia estaran.

Si un hombre de aspecto venerable,
de estudios superiores, que te sonrie
cuando te habla, que te coge las manos
y te cuenta lo suyo
acerca del cielo y de la tierra,
de un dios de bondad infinita
que no es responsable
de los desastres que acontecen,
en realidad te mintiera,
¿para que tanto interes en enredar
a una pobre criatura? ¿A que tanto esfuerzo
con palabras y caricias? ¿A ensalzar el bien
siendo un tipo cruel?

Si un padre honrado, trabajador
con sus manos, que sin embargo
todos los restos de vida los ha dedicado
a ilustrarse para saber lo que le negaron
cuando un niño era y lo sacaron de la escuela,
si ese hombre es tu padre y aboga por la ciencia,
si restallan en ti frases como verdades,
si tu madre lo quiere hacer callar
"para que no espante a la niña",
¿a que, te iba a engañar? ¿que interes tan vil
el de un padre desviar de una ruta señalada
a su hija que dice tanto amar?

Y aqui viene Dios. Que no viene ni nada,
que deja que cada uno se lo crea
o enladrille el cielo,
que aturde con su infinito silencio,
cual si ausencia fuera presencia.
Cuando eres niña o casi niña,
cuando tienes miedo de que no sea verdad,
se cruzan en tu cabecita
estos discursos opuestos y enfrentados
como dos trenes raudos en la noche.
Y, sin saber si aciertas, si te ganas
o te pierdes, llega un dia en que eliges
de que bando estar.

(Publicat tambe al for "Mundo Poetico",
el 14 d' octubre, amb el pseudonim
"lo siento").

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